Durante el primer trimestre de 2025, los mercados bursátiles asiáticos volvieron a demostrar su fuerza relativa frente a otras regiones. El efecto combinado de amplios paquetes de estímulo fiscal, una resiliencia tecnológica y valoraciones atractivas y la mejora del entorno geopolítico global creó un escenario idóneo para los inversores.
Índices de referencia como el Hang Seng de Hong Kong y el Nikkei 225 japonés marcaron alzas significativas. Por ejemplo, el Hang Seng subió un 1,6% en una sola jornada, mientras que el índice compuesto de Shanghái se revalorizó un 0,9% en una sesión puntual. El rally bursátil evidenció máximos históricos del Nikkei, superando niveles de 1989 y alcanzando nuevos récords en julio de 2025.
Panorama general de los mercados en 2025
El contexto macroeconómico de Asia en 2025 estuvo dominado por la combinación de políticas fiscales expansivas y la persistente demanda de activos de riesgo. China lideró este impulso con un paquete de estímulos focalizado en infraestructura y consumo, mientras Japón continuó beneficiándose del optimismo generado por sus reformas corporativas.
Además, Corea del Sur emergió como un actor clave gracias a su liderazgo en tecnologías de punta, especialmente en la industria de semiconductores e inteligencia artificial. Estos factores se tradujeron en una dinámica de crecimiento sin precedentes para la región, atrayendo flujos de capital a pesar de las tensiones comerciales y las preocupaciones sobre el mercado inmobiliario en China.
Principales motores regionales
Para comprender el éxito conjunto de Asia, es esencial analizar las contribuciones específicas de sus principales economías: China, Japón y Corea del Sur. A continuación, se presenta un resumen de sus estímulos y retos actuales:
En China, la agenda de estímulos ha logrado mitigar parcialmente el riesgo del mercado inmobiliario y distensiones regulatorias con EE. UU., aunque persiste la incertidumbre. Japón, por su parte, enfrenta una dualidad: valoraciones históricamente bajas que atraen inversores versus el peligro de una mayor volatilidad por decisiones de política monetaria. Corea, en cambio, disfruta de un viento de cola gracias a la demanda global de semiconductores y soluciones de inteligencia artificial, pese a las presiones sobre el sector de memoria.
Factores coyunturales y riesgos
Más allá de los impulsores internos, los mercados asiáticos tuvieron que lidiar con varios retos externos. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China reavivaron temores sobre posibles aranceles adicionales, mientras que episodios de volatilidad en economías emergentes recordaron la fragilidad de algunos mercados.
- Guerra comercial y aranceles interminables que tensionan las cadenas de suministro de tecnología.
- Políticas monetarias flexibles en varios bancos centrales asiáticos, incentivando un mayor apetito de riesgo.
- Volatilidad en mercados emergentes tras festivos y shocks globales, como desplomes en Yakarta y Bangkok.
Por ejemplo, el Taiex de Taiwán llegó a caer un 4,4% tras nuevas amenazas de aranceles, mientras la Bolsa de Yakarta suspendió cotización tras un desplome superior al 9% y el SET de Tailandia perdió un 5,7% en una única sesión. No obstante, el saldo trimestral permaneció positivo, demostrando la solidez general de la región.
Perspectivas y recomendaciones de expertos
Las principales firmas de análisis, como Morningstar y BBVA Research, coinciden en que las oportunidades en Asia siguen vigentes, aunque advierten sobre la necesidad de controlar la volatilidad y diversificar las carteras.
- Mantener exposición diversificada en tecnología para captar el auge de la IA.
- Gestionar riesgos regulatorios chinos mediante posiciones moderadas en sectores sensibles.
- Aprovechar valoraciones atractivas en Japón mientras el optimismo persista.
Los analistas recomiendan una estrategia de mediano plazo que combine valores de crecimiento con empresas de dividendos estables, aprovechando la recuperación cíclica moderada que se espera en China y el continuo avance tecnológico en Corea.
Factores geopolíticos y escenarios futuros
La relativa tranquilidad en Europa, derivada de un enfoque más pragmático en la política fiscal y una situación menos tensa en el frente ucraniano, ha contribuido a reducir el nivel de incertidumbre global. Este clima ha proporcionado un respaldo adicional al apetito por activos de riesgo en Asia.
De cara al resto de 2025, se anticipa que una posible serie de recortes de tipos en economías avanzadas podría reforzar la entrada de capitales en la región. Sin embargo, factores como cambios en la política monetaria estadounidense o nuevos episodios de tensión comercial seguirán siendo vigilados de cerca por los inversores.
Conclusión
En conjunto, los mercados asiáticos han consolidado su liderazgo trimestral gracias a oportunidades a largo plazo en Asia, impulsadas por políticas expansivas, avances tecnológicos y valoraciones históricamente atractivas. No obstante, la gestión de riesgos –especialmente los regulatorios y geopolíticos– será clave para mantener el impulso.
Para los inversores, la recomendación es clara: adoptar una visión global y diversificada, balanceando posiciones en China, Japón y Corea del Sur, al tiempo que se aprovechan las tendencias de innovación tecnológica. De este modo, será posible capitalizar el potencial de crecimiento de la región sin exponer la cartera a sobresaltos indeseados.